Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha interactuado con el medio que lo rodeaba, y como consecuencia de ello se ha tenido que enfrentar en innumerables ocasiones al dominio de las “bestias” con las que cohabitaba. Unas veces con mayor acierto que otras, en las que la lucha ha llegado hasta nuestros días con mayor o menor éxito.
El caso del caballo es uno de los más significativos ya que, sin ellos, la historia de la humanidad habría sido muy diferente. Gracias al dominio del hombre sobre el caballo hace ya miles de años hemos conseguido evolucionar de forma significativa en todas las facetas de la vida.
Pero antes de su “dominio” el caballo era, y es, un animal fuerte, vigoroso, grande, veloz y orgulloso; y esa genética todavía llega hasta nuestros días. Los grupos de caballos y yeguas que se crían en nuestros montes gallegos llevan en sus genes ese orgullo de sus antepasados por lo que el intento por dominarlos por parte de los humanos sigue generando un espectáculo increíble.
Ver ese “mano a mano” entre el hombre y el animal es convertirse en observador de la historia de la Humanidad en un momento, dónde sólo vale la fuerza, la destreza y la inteligencia, y dónde simplemente uno sale vencedor.
Estoy seguro que prefieres que ahora no venga yo a darte la “chapa” contándote lo bien que hacemos nuestro trabajo, las fantásticas fotos que conseguimos o lo maravillosos que somos en este equipo de profesionales; no, no, tranquilidad, aquí no vas a encontrarte con un despliegue brutal de nuestro “Ego”. Aquí simplemente te encontrarás con alguien que busca honestidad, humildad, transparencia y profesionalidad en todo lo que hace y en lo que ofrece.
