Kurentovanje es el evento de carnaval más popular y de mayor importancia etnológica de toda Eslovenia. Este rito de primavera y de fertilidad de 11 días se celebra el domingo de carnaval en Ptuj , la ciudad documentada más antigua de la región, y hoy día atrae a alrededor de 100.000 participantes en total cada año.
La ciudad de Ptuj es el asentamiento más antiguo de Eslovenia. Se encuentra a orillas del río Drava, dominado por su castillo medieval. En la época romana tenía una población de más de 40,000, el doble de lo que es ahora, pero disminuyó gradualmente durante los siglos del gobierno de los Habsburgo. El casco antiguo te atrapa, con sus calles empedradas y antiguas casas que hoy albergan iglesias, monasterios, restaurantes y cafeterías.
En 2016 el Kurentovanje fue proclamado como el séptimo carnaval más grande del mundo por Lonely Planet. Desde su inicio la tradición cayó en el olvido durante años, pero fue revivido en 1960 en un intento por mantener vivas las tradiciones. Ciertamente funcionó, se organizó en Ptuj la primera versión moderna del festival, llamado Kurentovanje , con trajes tradicionales de carnaval de Markovci . Los participantes del carnaval se alinearon en una especie de procesión. Los líderes de la procesión eran lanceros, que con sus “latigazos” sonoros anuncian el inicio del carnaval, seguidos por los labradores , “rusa” (un oso), hadas , gallos y cómo no, los Kurents; todos bailando al son de la música interpretada por una banda tradicional local. Un año después, a todos estos personajes se unieron los labradores de Lancova Vas , los cargadores de troncos de Cirkovci y los dolientes de Hajdina . En 1962, el evento traspasó las fronteras locales al invitar a otras figuras del carnaval como los “lavfarji” (corredor) de Cerkno y los “borovo gostuvanje” (literalmente, “participantes de la boda de pino”) de Predanovci en la región de Prekmurje, etc.
Pero sin duda alguna, la principal figura de este carnaval tradicional, son los Kurent o Korant, como los llaman la gente del campo. Ha sido reinterpretada popularmente (pero incorrectamente) como un dios extravagante de placer desenfrenado y hedonismo en las primeras costumbres eslavas. Su verdadero origen no es del todo conocido, pero hay varias suposiciones. Están relacionados con la tradición ilirio-celta, algunos mencionan a los compañeros mitológicos de la diosa Cibeles, a quien se rendía culto en la Poetovione romana en la antigüedad tardía, algunos equiparan a los Kurent con los antepasados de los eslovenos, otros con el asentamiento de los Uskoks en el siglo XVI,…
Actualmente, los grupos de kurents o kurenti llevan prendas tradicionales hechas con piel de oveja, enormes cencerros colgados a su cintura y sostienen palos de madera con pieles de erizo adheridas a la punta, llamadas “ježevke”. Se creía que el ruido que generaban a su paso “ahuyenta el invierno”. De esta manera, la presencia de los kurenti anuncia el final del invierno y el comienzo de la primavera.
Ser kurent al principio era un privilegio que se ofrecía únicamente a los hombres solteros, pero hoy en día, los hombres casados, los niños y las mujeres también pueden serlo.
En 2017, las rondas que realizan los Kurents casa por casa se inscribieron en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Ha sido una gran suerte haber podido ver a estos “personajes” ancestrales en un lugar único como es Ptuj. Es como si te transportases a otra época. Sin duda algo único.