Qué maravilla encontrarte con parejas que realmente disfrutan de la fotografía; personas que depositan su confianza en ti, en su fotógrafo de boda, y que a partir de esa confianza se dejan fluir. Sin duda, cuando existe esa complicidad el resultado se nota muy mucho.
Olalla y Víctor se mostraron siempre dispuestos a participar de una estupenda tarde de primavera llena de fotografías brindándome todo su interés, su alegría y su buen rollo; no se puede pedir más.
Fueron ellos los que me sugirieron los lugares dónde desarrollar esta sesión; lugares para mí desconocidos pero que para ellos tenían un particular significado, así que, sin pensarlo dos veces nos lanzamos a descubrirlos y descubrir también a una pareja rebosante de amor.
Mil gracias por todo chicos, lo hemos disfrutado. Espero que os guste esta pequeña selección de vuestras fotografías.
Y vuestra boda?… Wow!!! eso es otra historia… Ya lo veréis.
Impresionantes fotografías, y los novios guapísimos. Enhorabuena.