Entroido de Samede

¿En qué momento comienzan las historias?

Muchas veces da la impresión de que las historias de hace 100 años ya estuviesen muertas, pero… ¡Siempre queda algo! Las historias son datos con alma, y son maravillosas. Pero, hace falta tiempo para darse cuenta. Somos un pasado acumulado, aquello que nos dejaron nuestros antepasados, y de quien somos herederos. Intentar revivir el pasado es como ir a otro mundo, y casi siempre el interés por ir allí te llega con la edad, cuando tienes ese momento de madurez en el que te planteas:

¿De dónde venimos?

¿Qué le debemos a la gente que nos precede?

¿Qué compartimos y qué tenemos en común con ellos?

Sin duda todos tenemos algo que contar, pero muchas veces no sabemos cómo hacerlo. Las ideas se nos acumulan y tenemos miedo de que lo que hacemos sea sólo una anécdota que non le interese a nadie. Dar forma a todas esas ideas, hacer de ellas historias que apasionen a los vecinos, que los enamoren mientras las vean o las escuchen, seguramente sea lo máis difícil de conseguir.

Pues desde hace cuatro años, un grupo de personas muy diverso, de muy distinta procedencia, se han propuesto devolverles a estos vecinos una parte de su historia, recreando algo que muchos todavía recuerdan y añoran. Recorrer la aldea en busca de fotos, de anécdotas… fue un ejercicio que recomendaría a todos los que tengan la suerte de vivir en el rural. La experiencia te enriquecerá de tal manera, que sentirás una enorme gratitud y admiración por todos ellos, ya que no solamente te abrirán las puertas de sus casas, sino también de sus vidas y de sus corazones.

En esta pequeña aldea llamada Samede, del municipio coruñés de Paderne, se ha conseguido revivir este Entroido (que no es lo mismo que carnaval) tradicional, un evento ancestral que llevaba ya 60 años dormido y que ahora ha podido ver de nuevo la luz para intentar recuperar todo su esplendor, su alegría, su colorido y su energía.

Aquí os presento a algunos de sus personajes más habituales, junto con mi recomendación de que, cuando tengáis ocasión, no dejéis de acercaros allí para presenciar en persona tan singular acontecimiento, para vibrar con su peculiar y vistosa “Muiñeira Cruzada”, para sorprenderte con el alborozo de cada “vixigueiro”, con la alegría y el colorido de los “Bonitos” y con la diversión de “O Enterro do Policarpio”. Estoy completamente seguro de que cuando lo conozcas no te sentirás defraudad@.

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