Inquietud es quizás la palabra más adecuada para definir el sentimiento que podían tener Isa y José Antonio al afrontar el “reto” de su sesión de fotos de preboda. No es de extrañar en absoluto porque, para alguien que no está acostumbrado a que un fotógrafo de boda esté durante un buen rato con su cámara delante de ti, es harto difícil de asumir, al menos al principio.
Pero esta pareja se mostró totalmente confiada y eso fue suficiente para que acabásemos consiguiendo una sesión de lo más personal, y de paso, ir acostumbrándose a la cámara para sentirse mucho más a gusto el día de su boda.
Teníamos una previsión de un par de lugares a los que podríamos ir para usar como marco de su sesión, pero luego, de forma espontánea fueron surgiendo otras opciones que resultaron geniales y originales.
Aquí está una pequeña selección de lo que conseguimos esa tarde. Gracias chicos por vuestra actitud y confianza.
Very Good!!
Great work.