A Serra da Estrela

Existe un lugar en la zona centro de Portugal, en la parte interior, que aúna un sinfín de buenos motivos para visitarlo e intentar conocerlo en profundidad. Un lugar repleto de paisajes únicos y empapado de Historia. Se trata de A Serra da Estrela y las Aldeas Históricas.

Hablamos de un Parque Natural de unas 100.000 hectáreas que alberga innumerables especies de alto valor, tanto a nivel vegetal como animal y que constituye la mayor área protegida de nuestro país vecino. No dejes de realizar alguna de sus incontables rutas, una de las cuales termina en un lugar envuelto en misterio: O Covao dos Conchos… Alucinarás.

Bordeando el magnífico escenario de A Serra da Estrela podemos encontrar una serie de pueblos que guardan entre sí un denominador común, se trata de las Aldeas Históricas. Su pasado bélico contrasta con la tranquilidad que ahora se respira en esta zona limítrofe con España en dónde podremos palpar su Historia y disfrutar además de una buena gastronomía o la cercanía de sus gentes.

Una vez ubicados en la zona no tendremos tiempo para el aburrimiento si queremos conocerlas todas, incluyendo en el itinerario la “Rota dos Fósseis” en Penha García; otra lección de Historia geológica.

Además de todo esto, y dada la cercanía con España, podemos dar el salto y visitar tres pequeños pueblos extremeños que comparten una especial singularidad; se trata de “Os pobos da fala” dónde la lengua utilizada por la mayoría es un “gallego a su manera”. Estos pueblos son Valverde del Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo, los cuales conservan una forma de hablar que a los gallegos nos deja atónitos cuando los escuchamos hablar, sobre todo cuando nos hacemos conscientes de en qué parte de la península nos encontramos.

Merece mucho la pena una visita a San Martín de Trevejo , con sus callejuelas empedradas por las que circula constantemente el agua de la sierra, sus escalones entrada a las casas en piedra maciza, sus fachadas tradicionales, sus bodegas y el calor de sus gentes. Haz también una escapada al vecino pueblo de Trevejo con su fascinante castillo.

En resumen, un rincón de la península ibérica único, un lugar donde perderse unos días y regresar a casa con la sensación de haberse perdido en el tiempo.