A finales de año, coincidiendo con la época navideña, desde el año 2014 salen de nuevo por las aldeas cercanas a la localidad asturiana de Grado, los “Aguilandeiros”.
Se trata de la recuperación de una “mascarada” de invierno que estaba perdida y casi olvidada desde hacía más de 70 años y que, gracias al esfuerzo y dedicación de dos jóvenes vecinos se ha conseguido devolver a la vida.
En esta mascarada no falta personajes como el oso (con sus continuas “locuras”) y el amo, el cura, el demonio (continuamente realizando “trastadas”, los maragatos (referencia a los antiguos comerciantes ambulantes), la preñada, L´escobón (que pregunta en cada casa: “¿Barremos o nun barremos?), el afeitador, o ferrador… Todos ellos realizan un recorrido singular montados en el remolque de un tractor; el inicio del recorrido es el albergue de peregrinos situado el la aldea de San Juan continuando con la visita a todas las aldeas circundantes, parando en cada casa (salvo en aquellas en las que hubo algún difunto ese año) y pidiendo el aguinaldo cantando siempre una canción que dice: “Anxelinus somus, del cielo vinimus, bulsina traemus, dineiru pidimus. Déanos l´aguinaldu, señora por Dios, aiquí tamus cuatro, cantamus dos”. Así, en cada casa deciden dar el aguinaldo o no y eso diferencia la “actuación” de la comitiva antes de dirigirse a la siguiente casa del lugar. Tradición en estado puro.
Muchísimas gracias a todos los participantes y a los habitantes de las diferentes aldeas por las que transcurre el recorrido por el trato que nos dieron, por las facilidades que nos brindaron en todo momento y sobre todo por lo bien que nos lo hicieron pasar. Espero que la tradición se consolide y no vuelva a caer en el olvido.
Un auténtico placer haber tenido la oportunidad de vivir la experiencia de “Los Aguinaldeiros de Villapañada”.
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Divertido, participativo, alegre y rodeados de buena gente. Enhorabuena a los Aguilandeiros de Villapañada y al fotógrafo por mostrarnos esta fiesta en imágenes.