Tarifas

Ante todo, muchas gracias por interesarte por mi trabajo, pues si has llegado hasta aquí doy por hecho que se debe a que mi estilo fotográfico es el que encaja con tu gusto personal y que te ha tocado de verdad.

Mirad, reconozco que es un verdadero privilegio ser fotógrafo de boda ya que en este tipo de celebraciones todo el mundo está feliz, alegre y con su mejor aspecto; ¡todo el mundo va “de gala”! ja, ja, ja…  por lo cual, puede parecer incluso que a esto no se le puede llamar “trabajar”. Pero os aseguro que sí; sí que es un trabajo; estresante y complejo, os lo aseguro y, claro, como todo en la vida, este trabajo también debe tener un precio. Estoy seguro que tratándose de  vuestra boda, quizás éste no sea el mejor momento de intentar regatear y sé que ésta no es vuestra intención. Vosotros lo estáis preparando todo con esmero y con una gran entrega para que esta ocasión “especial” sea única y que todo salga genial. Será, sin duda, un momento lleno de magia, de muchas emociones y de infinidad de momentos irrepetibles. Yo necesito a unos novios con ilusión, que se emocionen y que irradien esa alegría que quedará impregnada en la memoria a través de mis fotografías. Si vosotros sois de este tipo de personas de las que os estoy hablando, podeis contar conmigo para compartir esos momentos especiales con vosotros y “contar” vuestra historia.

Sé que  te sientes identificado/a con mis palabras y con lo que significan, sé que percibes en qué “onda” estoy, y que sabes lo que pretendo, por eso te pediría que dedicases unos minutos de tu tiempo a escribirme para contarme quienes sois, cómo sois, qué ilusiones habéis puesto en el día de vuestra boda, y sobretodo, por qué creéis que yo puedo ser vuestro fotógrafo ideal, además de qué es lo que queréis que reflejen mis fotografías. Sería genial que me enviaseis alguna foto vuestra, explicándome dónde será vuestra boda, etc. Para mí esto es muy, muy importante ya que igual que vosotros sois selectivos a la hora de elegir fotógrafo yo también debo ser selectivo a la hora de elegir a mis parejas de novios, ya que necesito que compartáis mi filosofía y mi manera de entender la vida, y que os ilusionéis con cada instante tanto como lo hago yo para que el resultado sea el que todos esperamos. Yo quiero ser  “Fernando” para vosotros desde el primer momento, y también serlo para el resto de vuestros allegados; alguien realmente importante en vuestro día, un amigo cercano, y no ser simplemente “el fotógrafo”. Es una alegría inmensa observar cómo con esas parejas que eran inicialmente desconocidos terminamos siendo seres cercanos y en conexión. Muchas veces pasa ya a ser parte de mi círculo de amistades, y eso es lo más grande.

De todas las fotografías que realizo el día de la boda (puedes visitar, si no lo has hecho todavía, el apartado de “preguntas habituales”), que pueden superar con creces las tres mil, hago una selección exhaustiva de aproximadamente unas seiscientas, setecientas o incluso más; las cuales os las entregaré totalmente ajustadas para la correcta visualización y/o impresión, puesto que os las entrego en alta calidad de resolución y sin ningún tipo de “marcas de agua” incrustada.

Si estáis convencidos de que encajamos mutuamente y queréis información más detallada o posibles variantes, me lo cuentas, quedamos tranquilamente para tomar un café, o lo que sea (ja, ja, ja…) nos conocemos personalmente y charlamos y charlamos hasta encontrar la alternativa idónea que… seguro que existe.

Así pues, de nuevo darte miles de gracias por haber leído esto y por tu atención y, por favor, escríbeme en el apartado “hablemos” y me cuentas.

Espero tu mail.

Fernando.